Día Internacional por el Cese de la Violencia contra las Trabajadoras Sexuales

Desde el año 2003 se reconoce este día como el día internacional de lucha contra la violencia específica que viven las personas que ejercen el trabajo sexual.

Se lo dedicó a la memoria de las víctimas del asesino en serie Gary Ridgway, condenado por matar a 49 mujeres (después confesó que habían sido 71), en su gran mayoría trabajadoras sexuales de calle y mujeres en situación vulnerable.

Queremos que cada día y, en especial hoy, se recuerden las violencias a las que somos sometidxs y a la constante vulneración de nuestros derechos bajo corrientes abolicionistas que mezclan y confunden el trabajo sexual con la trata de personas, logrando de esta manera que nuestro trabajo sea criminalizado y llegando a expresiones de odio teniendo como resultado más atroz el feminicidio y transfemicidios.

Violencia que no cesa

El 17 de diciembre es un día de homenaje para las víctimas, pero a su vez es el día en el que se alza la voz en defensa de los derechos de lxs trabajodorxs que sufren todo tipo de maltratos y abusos.

Debido a la pandemia del Covid-19 nuestros derechos han retrocedido aún más por lo que consideramos que la peor pandemia es la violencia, el estigma, la discriminación, la exclusión que el Estado ha demostrado frente a nuestra población.

Organismos del gobierno, policía, medios de comunicación, instituciones sanitarias hasta ciertos colectivos sociales que podrían considerarse afines, ejercen estas prácticas discriminatorias constantes. Dicho escenario nos impulsa a unirnos en una sola voz para defendernos frente a todo este aparato de violencia.

¿Violencia?

  • ES VIOLENCIA equiparar la trata y el trabajo sexual.
  • ES VIOLENCIA no poder aportar a la seguridad social ni beneficiarte de ningún derecho por tu actividad laboral
  • ES VIOLENCIA el estigma constante que dificulta el buen trato en cuestiones sanitarias.
  • ES VIOLENCIA las prácticas machistas de no querer usar condón o querer pagar menos si se usa protección.
  • ES VIOLENCIA que las voces y demandas de lxs propixs trabajadorxs sexuales sean censuradas y se escuche a otros colectivos en su nombre.